miércoles, 15 de noviembre de 2017

¡No soy lavacoches! reclama el Papa Francisco cuando le pidieron bendecir Lamborghini

Es de todos sabido que al Papa Francisco, alias Jorge Bergoglio, la empresa Lamborghini le regaló un auto modelo Huracán blanco, con motivos en oro y que cuesta mucho, pero mucho dinero. El sumo pontífice se vio complacido, sobre todo porque el automóvil le va a servir no para transportarse, ni para arrancones ni para presumir, sino para labores de carácter humanitario.



Sin embargo, en la entrega del auto expresó enojo por los hechos detonados cuando el funcionario de Lamborghini le pidió que bendijera el hermoso vehículo; le pidió que bendijera las defensas; el Papa le echó agua bendita; luego, le pidió que bendijera la carrocería; el Papa le echo agua bendita también; acto seguido le pidió que bendijera las puertas, y el papa, ya algo molesto, accedió a echarles agua bendita; luego le pidió que bendijera los asientos; el Papa, ya más enojado, les echo agua bendita también; y cuando el funcionario de Lamborghini le pidió que bendijera las ruedas, el Papa, molesto, le contestó: "¡Oye hijo! ¿me trajiste tu animalote para que lo bendijera o para que lo lavara? ¡No soy lavacoches!"

Y así las cosas; el funcionario, apenado, mejor se quedó callado y se intentó que la ceremonia siguiera como si nada, sin embargo, el Papa seguía murmuramdo "cara de qué me vieron, si no tengo franela, se pasan...en fin".

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