jueves, 7 de diciembre de 2017

La frase "La última y nos vamos", y otras, deberán estar validadas ante notario público.

Comienzan las fiestas decembrinas, y entre posadas, pedas y cumpleaños que se disfrazan de fiestas navideñas, surge la bonita costumbre de seguir el ejemplo de los peces en el río, es decir, beben y beben y vuelven a beber.


El problema de la bebida es delicado, y las autoridades han decidido que quienes toman, deben tener cierto control externo, por lo que desde ahora, en todas las fiestas estarán presentes notarios públicos listos para cuando alguien diga "nomás una y ya", o el clásico "la última y nos vamos"; ante estas frases, se deberá asentar en un acta que efectivamente será el último trago o copa que se ingiere; si se viola el acta, los borrachines infractores se harán acreedores a multas estratosféricas o unas horas de cárcel.

Al saber esta noticia, millones de mexicanos han puesto manos a la obra para idear frases que dejen pie a un vacío legal, el cual, por meros tecnicismos, no permita la aplicación de la ley; o de plano, han optado por beber sus últimas copas tamaño familiar, o tamaño caguama, y así, técnicamente, estarán cumpliendo con lo que asentaron en el acta.

Los notarios públicos también estarán al pendiente, pues temen que los asistentes a las fiestas los empeden para que no puedan cumplir con sus funciones correctamente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario