miércoles, 4 de octubre de 2017

Personita optimista se pone las pilas; le tienen qué operar el recto.

Clodomiro Pérez es el clásico optimista de oficina que a todo dice "sí se puede", y tiene consejos para todos: "Si quieres ir a Estados Unidos, ahorra un dólar diario; si quieres ir a Europa, un euro diario" (él nunca ha viajado más allá de Tlaxcala); "ya no estés triste, hay gente con más problemas que tú" (así le dijo a Lety, la pobre recepcionista que fue asaltada la semana pasada) "Yo sí dono al Teletón, porque hay qué hacer el bien sin mirar a quién" (cada año ha donado 50 centavos).



El buen Clodomiro es alguien que siempre tiene una solución para los problemas de todos, y aparentemente él no tiene ninguno, al menos no hasta el día de hoy, cuando vio que sus subordinados en la oficina andaban "bajoneados" por el trauma que toda la CDMX ha vivido a consecuencia de los recientes sismos. Si bien ninguno de los oficinistas tuvo pérdidas materiales o familiares, quedaron conmocionados y su producción ha bajado un poco.

"¡Pónganse las pilas, muchachos! Estamos vivos y no pasó nada, no hay mejor cura que el trabajo". Pasaron unos días, y al ver que los muchachos no respondían, Clodomiro se enojó y, en un arranque de quién sabe qué, les dijo, "miren, tan fácil, métanse unas pilas por detrás y ya está; es que de veras, me enferma su actitud negativa", y procedió a bajarse los pantalones y a meterse sendas pilas AA por salva sea la parte.

"¿Ya ven, ya ven? Si no es cosa literal, es de actitud, carajo, como les digo, el trabajo lo cura todo", y se fue, caminando con cierta dificultad pero lo que hizo lo hizo para "demostrar su punto".

Un par de horas después, Lupita su secretaria fue a entregarle unos oficios y lo encontró tirado en el suelo; al llamar a la ambulancia, y contarles lo sucedido a los paramédicos, fue canalizado de inmediato al hospital más cercano en donde le fue diagnosticada una perforación del ciego y parte del recto, así como intoxicación por plomo y otros elementos presentes en las pilas que se metió.

Mientras, en la oficina, se reporta que todos los empleados subordinados de Pérez ya se están organizando para tener una actitud la mar de optimista para cuando él vuelva, y de alguna manera, "aplicársela".

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