El Senado de la República promueve una iniciativa en la que se podrán postular personas morales a cargos públicos, técnicamente, permitirían que empresas privadas puedan ocupar cargos en puestos públicos, y gubernaturas en todos los niveles, desde presidencias municipales hasta la presidencia de la República.
La iniciativa busca que los recursos para financiar obras y servicios provengan no solamente de las arcas del gobierno, sino del propio capital que tengan las empresas que puedan llegar a gobernar, además, actualmente las multinacionales y empresas de renombre tienen la capacidad que el gobierno no tiene para ofrecer al público servicios de manera eficiente, puntual y de calidad.
De acuerdo a quienes promueven la iniciativa, quedaría menos campo para la corrupción en los niveles más altos, y la competencia ya no sería entre partidos políticos, sino entre personas morales buscando captar la mayor cantidad de clientes.
Los opositores argumentan que las empresas podrían crear monopolios que poco a poco se adueñarían del país, además de que las elecciones acabarían siendo meras licitaciones; "el país y sus ciudadanos peligrarían; las personas serían números, las pensiones desaparecerían y podría ser erradicado el concepto de patria, de nación", argumentó Leopoldo Ortín, senador.
Otra iniciativa similar, que consiste en permitir que el gobierno contrate milicias o ejércitos privados, también ha despertado polémica, pues según sus detractores, quienes se unan a dichos ejércitos ya no lo harán por amor a la patria, sino por una ambición materialista.
Otra iniciativa similar, que consiste en permitir que el gobierno contrate milicias o ejércitos privados, también ha despertado polémica, pues según sus detractores, quienes se unan a dichos ejércitos ya no lo harán por amor a la patria, sino por una ambición materialista.
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