La Nochevieja es el momento en el que se da la cuenta regresiva para que se vaya el año viejo que tanto nos maltrató y venga uno nuevo en donde, aunque no lo digamos conscientemente, pensamos que todo será "borrón y cuenta nueva" aunque ya no nos presten ni en el Banco de la Felicidad.
Cuando el reloj marca las doce, las calaveras no salen de su tumba, no, eso es en otra época del año; en Año Nuevo, se hacen diversos rituales que sirven para que "este sí sea nuestro año", "ahora sí viene mi racha", "ahora sí la voy a hacer"; sin embargo, son rituales cuya efectividad es dudosa, pues a las pocas semanas se ve que no hemos viajado a ningún lado, ni siquiera a donde termina el metro (Pantitlán), y estamos más jodidos que el año anterior a pesar de habernos puesto choninos amarillos bañados con harta diamantina dorada.
Expertos en el tema nos hablaron de algunos de los rituales más tradicionales y los errores que se cometen por los cuales la "magia" no surte efecto, y aquí, algunos consejos que nos dan:
-Ponerse calzones amarillos para el dinero: Típico: te pones choninos amarillos bañados en harta diamantina dorada y acabas el año viviendo bajo un puente; según los expertos, para que la "magia" funcione, los calzones son incompatibles con tarjetazos y artículos sacados a paguitos en Coppel, Elektra o Tienda Telmex. También ayuda bastante al ritual el ser millonario o político, o hijo de alguno de estos.
-Ponerse calzones rojos para el amor o la pasión: este ritual suele presentar también un gran índice de fracaso, pues a pesar de ponerse 5 calzones uno sobre el otro, hay muchas personas que nomás no dan una en el amor. Lo que estás haciendo mal: no acompañas los calzones con ingredientes especiales, tales como bañarte diario o no ser Otaku o Luchona. Otro ingrediente para el éxito, al igual que con los calzones amarillos, es ser millonario, político o hijo de alguno de ellos. De acuerdo con los expertos, hay personas que aunque no se pongan calzones rojos tienen suerte en el amor, lo único que hicieron fue ser guapos/guapas o tener harta lana. Fácil, ¿no?
-Salir a dar la vuelta a la cuadra con una maleta para viajar muchas veces, o hacer un viaje largo durante el año: El año pasado la aplicaste, y no saliste ni a la esquina. ¿Qué hiciste mal? Los que saben del tema están de acuerdo en que a lo mejor no compraste boletos para ningún lado, o te gastaste todo en pomos y no te quedó lana ni para viajar en un chimeco, o esperaste que al hacer el ritual te invitaran y fueras de a okis. O te quisiste ir a Disneylandia pero te negaron la visa por vivir con tus papás y ser Freelance. Bueno, pues todo lo anterior anula por completo la magia del ritual. Tampoco ayuda mucho el hecho de no tener una cuenta bancaria con 6 ceros a la derecha o no tener un jet privado. Procura obtener todo esto durante el año y verás cómo los viajes serán tan comunes que desearás lo contrario, es decir, quedarte en tu casita a rascarte las nachas. Otro consejo para viajar mucho es conseguir chamba pintando las rayas de las carreteras.
-Comerte 12 uvas y pedir un deseo por cada una: Lo sabemos, el año pasado te esforzaste por que cada uva coincidiera cronométricamente con cada campanada del reloj, compraste de las uvas sin semillas para no atragantarte y poder tragártelas rápido y como pato, y tus deseos se cumplieron...pero al revés: subiste de peso, te quedaste desempleado, cambiaste tu vochito por una avalancha o por un dodge (patas), en fin; los expertos recomiendan algunas cosas muy fáciles de hacer: en vez de uvas, trágate sandías enteras, una por cada deseo, o de plano, desea no haber nacido doce veces; eso aliviará un poco tu drama existencial y te hará ver tu verdadero e insignificante lugar en el universo.
Existen más rituales, pero nos dio huevita escribir sobre ellos, además de que no son tan conocidos. Esperamos que con estos consejos puedas comenzar tu año con el pie derecho, sobre todo si por algún giro del destino te amputaron el izquierdo.
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