Por ley, código de vestimenta para delincuentes; "así los vamos a reconocer": Mancera.

La inseguridad crece cada vez más en la CDMX, y es necesario tomar medidas drásticas y efectivas para reducirla y frenarla. Es por ello que el honorable Peje de Gobierno (que no es peje) Mancera, ha anunciado que se aprobó una ley para facilitar la acción de los agentes de la ley sobre los delincuentes.

En conferencia de prensa, dijo que la tarea de aprehender a los delincuentes se dificulta porque los policías y demás elementos de seguridad tienen problemas para distinguir a un maleante entre la multitud, ya que suelen usar ropa que usa todo el mundo; aunque existen estereotipos de que si lleva playera del América o es cholo o tiene toda pinta de Brayan o Kevin es malandro, se han dado lamentables casos en los que solamente se trataba de algún morro que vendía paletas en los camiones "al precio que tu corazón le quiera poner", o simplemente, un poser. Con esto, muchos aparentemente inocentes han engrosado los censos de las prisiones capitalinas.

Es por ello que la nueva ley contempla que, desde ahora y de manera obligatoria, todos aquellos que ejerzan el oficio de delincuente deberán portar una vestimenta distintiva que los identifique como tales, así como una credencial especial en donde estén certificados como cacos en ejercicio de su oficio, esto para hacer más inmediata su detención.

El uniforme consta de una boina negra, o gorro negro, un antifaz negro, pantalón negro, camisa a rayas blancas y negras, y un costal de tela con un signo de pesos impreso. El Jefe de Gobierno anunció que se aprobó una partida presupuestal para otorgar esas vestimentas de manera gratuita a todos los delincuentes, y se instalarán módulos en toda la Ciudad para que los maleantes puedan ir a recoger su ropa; para hacer el trámite, tendrán qué registrarse como malhechores en una página del Gobierno de la Ciudad, y tras completar el registro en el cual deberán especificar su talla, se les dará un vale el cual deberán imprimir y llevarlo a cualquier módulo para recibir su uniforme de caco.

Se pronostica que los malandros no podrán resistirse ante tal oferta, que irán voluntariamente y que abarrotarán los módulos, y una vez vestidos con el uniforme reglamentario, será fácil apresarlos.