miércoles, 6 de diciembre de 2017

Reloj Cucú obtiene custodia de niños; su papá se fue.

Cucufato Sánchez, mejor conocido como Cucú, era un Reloj Cucú cualquiera, cuando de repente su vida cambió.



Él vivía en un cuarto de vecindad común y corriente, ocupado por la familia González, compuesta por Briagoberto, el padre, Chonita, la madre, y 7 hijos que compartían la misma litera. Cucú nomás veía la dinámica familiar, sintiéndose ajeno por ser tan sólo un accesorio más, hasta que un día, Briagoberto se fue para no volver jamás. Dijo que iba a comprar cigarros.

Ese día, Chonita se repetía a sí misma que a lo mejor la cola en la tiendita para comprar cigarros era muy larga y que por eso ya habían pasado más de 10 horas y él no regresaba. Desesperada, decidió salir a buscarlo a todas las tienditas y tabacaler...tabaque...tabacalere... donde venden tabaco, dejando a sus hijos en el cuarto oscuro.

Uno de los hijos, Fhernandito, con hache, al ver que sus hermanitos estaban dormidos y no tenía con quién hablar, escuchó a Cucú dar la hora, y tan sólo acertó a decirle: "Oye Cucú, papá se fue...prende la luz, que tengo miedo". Esa frase fue la que le cambió la vida al pajarito de madera, pues sintió mucha penita por los niños; como pudo, salió del reloj y prendió el foco de 30 watts que alumbraba el cuarto, y con el paso de los días, vio cómo Chonita se la pasaba sufriendo porque tenía 7 bocas qué alimentar, sin incluirse a ella.

Es por eso que Cucú decidió interponer una denuncia ante el DIF por abandono de hogar contra Briagoberto, y además, pelear por la custodia de los chamacos; el día de hoy ha tenido una gran victoria, pues al no poder encontrar al padre desobligado, la juez...juezeza...jueza, o como se diga, Manarita Llorente Ríos, le ha cedido la paternidad compartida a Cucú, quien junto a Chonita, procurarán que los niños salgan adelante.

Cucú ya lleva algunos meses ayudando a Chonita, pues trabaja en un Sanborns en donde tienen los relojes Cucú de muestra, y nos confesó que también cohabita con la madre de los niños, y que además, esperan a un niño al cual piensan llamar Pinocho.

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