El presidente estadounidense Donald Trump anunció que acaba de cerrar un trato con el gobierno mexicano que, en parte, ayudará a mitigar la deuda externa y servirá para impulsar la economía en México; dicho trato consiste en haber comprado 5km al sur de la frontera para expandir el territorio de los EEUU.
Dicho negocio ha despertado la ira de millones de mexicanos, quienes ya se han movilizado para evitar que la obra tome forma, y se han apostado en toda la zona fronteriza para no dejar pasar a los agentes de inmigración y ejército estadounidense a quienes se les ha ordenado que desalojen a toda la gente que vive en esa franja de México.
Y es que otro aspecto importante de esta "venta" es que los ciudadanos mexicanos que actualmente viven en la denominada "franja de la discordia" no serán convertidos a ciudadanos norteamericanos, sino que serán deportados a México de manera inmediata.
Mientras, el gobierno local ha defendido la "venta" aclarando que esto hará que se le pase el berrinche a Trump, y que no se preocupen, porque con parte de esa lana se piensa comprar unos 20km tierra adentro de Guatemala para compensar; además, que gracias a esto los burritos, las chimichangas y demás comida "harinosa" dejará de ser considerada mexicana, dejando solamente a los tacos, quesadillas y otros ricos alimentos como los presentes en el imaginario colectivo internacional como comida netamente mexicana.
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