El día de Reyes es un día muy esperado en el mundo de habla hispana, especialmente en México, pues es cuando, en teoría, los niños reciben juguetes después de haber enviado con mucha ilusión sus cartitas o haberlas dejado en el zapato. En la práctica, y muchas veces, sucede que los niños piden el super mega juguetote anunciado en Canal 5 hasta el cansancio, y cuando se levantan para ver qué les trajeron los reyes, una de tres, o no encuentran nada más que los mismos hongos apestosos en el zapato, o encuentran una pelota de 20 varos o su papá, oliendo a caguama, les dice "eeeeh...este...vente, vamos al tianguis a ver qué te dejaron los reyes".
Este escenario se debe a que los Reyes reciben tantas, pero tantas cartas, que a veces se les olvidan casi todas excepto las de los niños ricos, y dichas cartitas se quedan en el fondo del costal por años y años. De vez en cuando los Reyes aprovechan para hacer limpieza, y es cuando agarran las cartas viejas y las pasan por el triturador de papel, sobre todo cuando ven la fecha y piensan "no, este ya está bien huevudo, de seguro ya hasta bendiciones tiene".
Y justo eso pasó estos días con esa cartita que les hiciste con tanta ilusión cuando tenías 6 añitos en donde les pedías un Pro Action Football y además un corazón nuevo para Andy el de los Super Campeones, y al otro día descubrías que te habían traído un juguete chino de cuerda que se descompuso a los 5 minutos, y el pobre Andy moría de un infarto. Esa cartita, precisamente, fue triturada el día de hoy por si pensabas que la iban a encontrar e iban a decir "mira, seamos responsables y cumplamos de manera retroactiva este sueño".
Así que ya sabes, mejor deja de mirar tus zapatos el día de hoy y ponles tantito talco, pues para lo único que tienes poder adquisitivo es para los ojos de pescado.
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