Todos los hemos visto: ya sea en las mañanas en TV abierta o de paga (sí, en la TV de paga se paga por ver publicidad) o en aquella madrugada de cuando nos corrieron de la chamba y en todos lados nos decían "nosotros le llamamos": los infomerciales, esas joyas de gran calidad en cuanto a edición y guión nos han mostrado productos milagrosos que, si llamamos en los próximos 10 minutos, no nos darán solo uno, sino dos, no, TRES, de los productos que anuncian además de un montón de accesorios que jamás vamos a usar.
Y estos "programas" tan bien hechos no están completos sin sus escenas generalmente en blanco y negro en donde muestran a personas haciendo las cosas más comunes de la forma más ridícula o absurda posible, como exprimir una naranja con el ojo o cortar un pan con una cuña de madera, seguidas por la muestra de las bondades del producto en cuestión.
Pues bien, la gente que aparece en los infomerciales no actúa; de acuerdo a fuentes muy confiables, como la fuente de Petróleos, es gente que en verdad tiene algo...quién sabe qué, que en verdad no puede hacer las cosas como una persona "normal", y es por eso que, en vez de echar viajes para llevar muchas cosas de un lado a otro, agarran todo al mismo tiempo y, lógicamente, se tropiezan y hacen su carita de dolor cuando se caen.
Es por ello que el gobierno de la CDMX ha anunciado un programa especial para ayudar a esta pobre gente a desarrollar sus habilidades psicomotrices y vivir una vida más "normal", el cual consta de una terapia física y psicológica completamente gratuita, así como acceso sin costo a toda la red de transporte de la Ciudad.
Ya hay inscritos al programa, siendo el primero nuestro ilustre presidente Peña Nieto, quien al ver el anuncio exclamó ¡por fin, así ya no se van a reír de mí!; ya cuenta con su tarjeta de beneficios, y en su primera sesión estuvo muy contento pues le enseñaron a romper un huevo sin necesidad de usar un martillo.
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