La decisión de hace algunos meses de digitalizar los libros de texto gratuitos de la SEP desde su concepción hasta los más actuales hizo que la nostalgia se apoderara de muchos mexicanos, quienes se abalanzaron a la base de datos de dicha secretaría para recordar cosas como "Paco el Chato", "Chímpete, Chámpata", "Los puercos de Nicolás Mangana", entre otros curiosos pasajes de la infancia que han hecho que las lágrimas de más de uno rueden.
Sin embargo, la SEP se ha dado cuenta de algo: mientras los archivos más consultados de la página son los libros de Español, Ciencias Naturales y hasta Sociales (que de ciencia no tienen nada, cof cof), los archivos de los libros de matemáticas sí son consultados...pero por error o nomás por morbo, pero no más de una o dos veces al mes.
Nadie recuerda con cariño "La mamá de Beto lo mandó a comprar 20 sandías y 30 melones, y para pagar, le dio un billete de 50; ¿cuántas naranjas se pudo haber comprado con el billete?", o "Epícteto compró 20 kilos de cemento para poder cubrir un área de 5 metros cuadrados; si cada bulto de 20 kilos rinde para 1 metro cuadrado; ¿cuántos azotes le van a dar por no haber comprado suficiente cemento?". Estos problemas, así como los libros en los que se encuentran, llenos de números y con uno que otro dibujito aburrido, son no sólo los menos recordados, sino también los más odiados, pues cada uno equivale a cierto número de chanclazos por no aprenderse las tablas.
Por lo tanto, la SEP ha decidido borrarlos, al fin de cuentas, nadie los echará de menos. La decisión que ha sido tomada, comenta el titular de la secretaría, ahorrará la sorprendente cantidad de 500kb de memoria en el servidor.
Se espera que nadie proteste, y que al contrario, hagan una petición en Change.org para que la SEP reciba el premio nobel de la paz.
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