La Suprema Corte acaba de dar un paso en la dirección correcta en cuanto a delitos cometidos en contra de ciudadanos mexicanos, y ha promulgado una nueva ley que asegura que las garantías de los mexicanos se respetarán.
Dicha ley ha elevado a delito gravísimo en territorio mexicano, pero que no estaba tipificado como tal, a la acción de "jalar las patas" por parte de entes ectoplásmicos, concretamente espíritus chocarreros, espantos, aparecidos y lloronas, esto en respuesta a los miedos de los ciudadanos de este bello país, quienes consideran más grave el hecho de que un ser incorpóreo los tome de los pies, que un vivo les de chicharrón con violencia.
Aunque el acto de jalar los pies no tiene consecuencias más graves que un sustito pasajero, la idiosincrasia del mexicano lo eleva a un suceso digno de echarse a correr y temerle a todo aquello que no puede entender, mientras que un homicidio o un asalto con violencia se entiende como "bueno, ya me tenía qué pasar" o "pos así está la situación, ¿qué quieren?" o "pos también traes el celular a la vista, no manches", y se trata de minimizar lo más posible.
Las penas por "jalar las patas" para aparecidos y fantasmas será de hasta 500 años en el Limbo sin chance de ir al Cielo, aunque las autoridades aún no encuentran la manera de cómo aplicar la ley en seres que no pueden esposar, o a los que las armas no les hacen daño.
Mientras, millones de mexicanos ya están muy emocionados pues sus posibilidades de que algún día les "jalen las patas" se reducirán drásticamente, y podrán dormir muy tranquilos.
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