Ante la desesperación por quedarse cortos de firmas, los aspirantes a candidatos independientes han recurrido a uno de los últimos recursos que pudieron haber pensado, y esto es contratar chavitos de secundaria para que les ayuden a no quedarse fuera del registro.
Así es, los aspirantes a candidatos, y todo el mundo, lo saben, lo saben, que los chavitos de secundaria (y a veces los de primaria) son expertos en la "fabricación" de firmas, pues suelen utilizar esta gran habilidad para sobrevivir ante los temidos reportes que los profesores o autoridades de la escuela envían a sus casas para reportar, por ejemplo, malas conductas o bajo desempeño escolar.
Los precandidatos, desesperados, les ofrecieron a los chavitos diez pesotes por firma, no sin antes revisarles las últimas hojas de los cuadernos, que es donde los adolescentes practican las firmas de sus padres para que les salgan bien para ver "la calidad de la melcocha".
Se espera que esto sea de alguna ayuda, y si no, se verán en la penosa necesidad de ir a la base de datos electorales más grande y completa del país, es decir, Tepito, y sacar los datos hasta de los ciudadanos que ya están 3 metros bajo tierra.
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