Los Millennials, polémica generación del cambio de siglo, piensa demandar a sus propios padres y a toda la generación anterior a ellos, la que los parió y los crió, por "daños psicológicos y por estafa"; la razón, el mundo no es como sus papitos se los pintaron.
"A mí me dijeron que era muy especial, que podía lograr lo que quisiera si le echaba ganas, y que iba a ser muy exitoso con tan sólo tener un título universitario, y ahora, descubro que le dijeron eso a millones de otros tipos de mi generación, no soy especial, me voy a cortar las venas, bububu", dijo Irak Zangief Pérez, egresado de la carrera de Arquitectura.
La queja de los "jóvenes" Millennials es que sus papás los engañaron diciéndoles que cuando ellos (los padres) eran jóvenes, se la llevaron bien fácil y a los veinte y tantos ya tenían casa propia, carro e hijos, y "que les alcanzaba para todo". Y que, además, los millennials no iban a sufrirle tanto, pues con que estudiaran y tuvieran un pergamino que decía que eran licenciados en algo, iban a recoger las carretadas de dinero.
"No es cierto, bububu, me engañaron y resulta que sí la tuvieron difícil para mantenerme y para darme educación; mis papás trabajaban tiempo extra, debían todo, trabajaron desde muy chicos y se esforzaron para que yo me enfocara al estudio y no tuviera qué trabajar; me ocultaron todo eso, me estafaron mis propios padres, y por eso es que los voy a demandar, me ocultaron que el mundo es cruel y hay qué trabajar", dijo el pobre Irak, tirado en el suelo y llorando desconsoladamente.
Los hijos de los Millennials, generación caracterizada por ser políticamente incorrecta, y que ante la inutilidad de sus padres han tenido qué valerse por sí mismos o aprender de sus abuelos en muchos casos, respondieron: "chale, pinches llorones, ni aguantan nada; mejor ya me voy, que se me hace tarde para el siguiente turno de cerillito en el WalMart."
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