Juan López, quien antes fuera auxiliar contable B, es ahora un exitoso empresario, y el éxito lo atribuye a que, en sus ratos libres, compartía los excelentes videos de superación personal del CEO de Yakult, y eso fue lo que lo inspiró a emprender y a salir de "la carrera de la rata", o lo que es lo mismo, no ser más un Godínez.
"Yo les decía a mis compañeros que en vez de perder su tiempo con cadenitas y con videos de gatos, vieran estos excelentes videos, pero no me hacían caso; yo perseveré, y los ví y los ví y los seguí compartiendo, y el tiempo me dio la razón".
Además, dice que leyó 3 veces "Padre Rico, Padre Pobre", lo cual lo hizo despertar y animarse a ser todo un millonario como el maestro Kiyosaki.
"Nunca me quedó claro a qué se dedicaba exactamente Kiyosaki aparte de vender libros, pero de que dice cosas muy bonitas, las dice, y muy inspiradoras; eso acabó de afianzar mi determinación por salir adelante y ahora disfruto mis millones como nadie".
Cuando le preguntamos cómo es que fueron sus humildes inicios en el arte del mundo empresarial, nos dijo; "con lo de mi liquidación, compré una manzana; la vendí, y compré dos; después las vendí, y compré cuatro; luego las vendí, y..."
Nuestro reportero lo interrumpió para preguntarle si entonces su negocio ha sido el crecimiento exponencial del dinero por medio de la venta de manzanas, y el buen Juan contestó:
"ah bueno, a eso iba, compré ocho manzanas, y cuando las iba a vender, me avisaron que había recibido una herencia; ahora tengo mis millones y estoy dándome la gran vida".
Cuando se le cuestionó acerca de cómo es que piensa hacer que esos millones se mantengan, o cómo hacer que crezca todo su dinero, respondió "bueno, aun no me decido en qué invertir, pero seguro que con los videos del CEO de Yakult y el libro del maestro Kiyosaki se me ocurrirá algo; de momento me estoy dando una vida de lujos y excesos, porque con la mente relajada vienen mejor las ideas".
Hoy, gracias a los videos y al libro, Juan es quien rió al último, mientras sus compañeros siguen esperando que sea viernes.
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