En un movimiento inesperado, el objetivo, verídico y nada tendencioso periódico Machetearte compró La Jornada para poder ocupar el nicho que dicho periódico de izquierda va a dejar libre.
"Ahora nosotros tenemos el poder; vamos a ser capaces de llegarle a más gente y lograr la revolución social que tanto deseamos; seremos como el Granma mexicano", dijo con lágrimas en los ojos Santi Abimael Cháires Huevara, camarada editor en jefe del Machetearte.
Si bien La Jornada tenía fuentes más o menos confiables para sus notas, Santi Abimael dijo que seguirán informando con base a fuentes que han utilizado desde hace años: "Sí, los rumores de pasillo, los blogs conspiranóicos oscuros y nuestras suposiciones basadas en nuestra ideología y creencias seguirán siendo nuestro motor; es lógico, los medios oficiales mienten; los medios alternativos decimos la verdad. Punto. No hay medias tintas", dijo tajantemente.
La Jornada seguirá con un formato parecido al que ha mantenido por años, sin embargo, en vez de las caricaturas de Hernández o Magú, serán las caricaturas pedorras de los "moneros" anarquistas wannabe que ni chiste tienen y que sólo repiten consignas.
Otro de los cambios será la frecuencia de publicación, pues ahora en vez de ser publicado diariamente, será publicado "cada que se pueda", pues sus ingresos seguirán siendo "aportaciones voluntarias", solo que ahora, además del metro, La Jornada-Machetearte se venderá en los puestos de revistas.
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