Ya es noticia que The Shape of Water, alias "La forma del Agua" en Mexicalpán de las tuníferas, ha dado mucho de qué hablar: desde las únicas y detergentes que ya no se sienten Harley Queen ni Sra. Grey, y ahora se creen afanadoras mudas que quieren su huachinango, hasta los detractores de la película que, si bien reconocen que tiene buena fotografía y música, encuentran la historia bastante derivativa e incluyente "a la fuerza".
Pues bien, resulta y sucede que una empresa llamada XenoCat Artifacts, que fabrica juguetes sexuales, decidió sacar a la venta un dildo que se supone tendría la forma que tiene el nepe del hombre-mojarra de la película, respondiendo así la duda que tienen muchas fanseses que ya cambiaron la fantasía del príncipe azul por la del "mostro" acuático.
Dicho juguete se ha vendido muy bien, pero esconde una verdad bastante oscura. La empresa dice que son dildos fabricados con silicón y materiales de alta calidá, sin embargo, un reportero o reportera de Bizbirije ha descubierto que los hombres-charales sí existen, y el que aparece en la película de Del Toro es "de a devis"; viven en el Amazonas, y la susodicha empresa que hace juguetes bien vergas (literalmente) ha iniciado una masacre de seres acuáticos para hacerse más ricos a costa de los deseos más oscuros de las fans, sin importarles llevar a la extinción a tan nobles creaturas, pobrecitas.
El reportero descubrió que los cazadores de la empresa pescan a los mostros, les hacen la jarocha, y así como están, los avientan al agua, en donde se desangran, igual que los tiburones y el coral blanco que se lastima moralmente.
Debido a esto, PETA, esa asociación tan noble y nada tendenciosa que defiende a los animalitos, ya ha tomado cartas en el asunto y han propuesto boicotear a dicha empresa, e invitan a las fans a usar algo más tradicional como un pepino o recurrir a la "técnica digital" (con el dedo) como siempre lo han hecho, o a usar los bonitos dildos huicholes que pronto saldrán a la venta con textura e impregnados de mezcalina para una experiencia más chida.
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