La carta enviada a España por AMOL exigiendo disculpas por los traumas que "nos" dejó la conquista, bububu, fue enviada con mucha ilusión de su parte y de los millones de chairos que lo siguen ciega y acríticamente; sin embargo, España ya aplicó su "¡Oblígame Prro!" y no se van a disculpar por nada del mundo.
Pues bien, esto causó gran indignación entre los chairos, esos guerreros que defienden a los indefensos (aunque los indefensos ni por enterados de la lucha que se hace por ellos) y decidieron darle a España "una probada de su propio chocolate".
Sardino Chaires, líder chairo, ha convocado a sus iguales que son "bien pueblo" pero que nacieron en el seno de familias de intelectualoides privilegiados (que niegan que son privilegiados, y tienen el complejo de Gautama) a darle una lección a España, esto es, invadiendo suelo ibérico y haciendo barbaridad y media a los habitantes que ahí viven.
"Quiero que sientan lo que sintió mi pueblo indígena", afirmó el activista mestizo, de ascendencia española por parte de su abuelo nacido en Cádiz, y ascendencia italiana por parte de su "nonna", y dijo que ya quiere ver los rostros de sorpresa de los españoles al ver unos extraños artefactos flotando en el agua y dirigiéndose hacia ellos.
Por lo pronto, ya se organizó la primera asamblea que duró tan sólo 8 horas, en donde los chairos comenzaron con gran ímpetu a organizarse para juntar material y construir carabelas, bergantines y armas como arcabuces y catapultas; sin embargo, al paso del tiempo y darse cuenta del enorme esfuerzo que implica tal empresa, decidieron mejor organizar una marcha para exigir que sea el gobierno quien les dé las carabelas ya hechas y les pague su boleto de avión a Barajas, para de ahí trasladarse a la costa, subirse a las carabelas y sembrar el terror, vengando así la memoria de los pueblos originarios que, de no haber sido por los feos europeos, ahorita estarían (estaríamos) viviendo una utopía dorada entre la naturaleza y los animalitos.
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