Autoridades de la ciudad de Guanajuato han anunciado que a partir del próximo Cervantino, colocarán cadeneros en todos los accesos a la urbe, ya que, como se ha demostrado, durante el festival la ciudad se convierte en el antro más grande del mundo.
La ventaja de Guanajuato es que cuenta con accesos bien definidos y limitados por su condición geográfica, estos son túneles, calles subterráneas, carreteras y uno que otro callejoncito en la periferia.
Los cadeneros se encargarán de evaluar el color de piel, la aparente pudencia socioeconómica de los asistentes al Cervantino, y revisarán por qué medio de transporte llegaron. Solo podrán pasar aquellos que hayan llegado en auto particular del 2000 para acá, líneas de autobuses prestigiosas y avión; se les negará el acceso a "mochileros" que lleguen de "aventón" o en autobuses rentados, esto con el fin de levantar el nivel de dicha pachanga que, durante años, se ha dado en la ciudad y ahora se encuentra en el libro de los Records Guinness como la cantina y el baño más grande del baño.
Hablando de baños, se instalarán cientos de cabinas Sanirent afuera de los monumentos históricos más icónicos, y se ofrecerán, de manera opcional, eventos culturales (que han estado en todos los cervantinos, pero los asistentes ni por enterados).
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