Activistas pro causas ambientales y "amigables" irrumpieron en una casa cuando, viendo por la ventana desde afuera, se dieron cuenta que Baltasar, el rey mago "Afroamericano" o "morenito" (negro es una ofensa, según ellos) estaba relegado a un papel secundario en el nacimiento que la familia Pérez puso bajo su árbol.
Tocaron la puerta, y la señora Pérez les abrió, y ellos, sin medir las consecuencias, entraron y decidieron "clausurar civilmente" el nacimiento que según ellos, fomenta el racismo.
"¿Cómo es posible que un niño, que además es hombre, y es blanco, sea el centro de la atención en el nacimiento, y no alguien de una minoría? ¡Baltasar debería de estar al centro del nacimiento como personaje principal, por el simple hecho de ser, este, de pigmentación oscura!"
La familia Pérez se encargó de llamar a la policía, quienes lograron sacar a los activistas y llevárselos, mientras éstos se quejaban de maltrato policial, y además, de que estaban promoviendo el odio racial, pues permitían que dicha ignominia (que un negro fuera un personaje secundario) continuara.
"¡Black Live Matters!", gritaban, mientras eran subidos a la patrulla.
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