Tras el anuncio del tío Putin de que ellos ya tenían una vacuna contra el Coronavairus, el mundo no pudo menos que llenarse de alegría y armar un jolgorio, echar los tapabocas al vuelo y celebrar teniendo contacto con todos sus fluídos corporales posibles.
Y esto incluye a los mandatarios, tales como el viejito chulo cabecita de pañal, ELMO, quien dijo "ya ven, pa que tanta preocupajion, por ejo no me ponia cubrebocaj porque ya jabía que loj camaradaj iban a dar con la vacuna". Es por eso que se ofreció de conejillo de indias y tomó el primer vuelo de Aeroflot de CDMX-Jojutla-Moscú para ser de los primeros en ser inoculados con el experimental compuesto, y fue vacunado, eso sí, poniendo como condición que le dieran su paletita pa'l susto.
Sin embargo, al regreso, allegados y colaboradores comentaron que se comportaba un poco "rarito": comenzó a vestir de verde olivo, con un gorro de pelos con una estrella roja, y a hablar de racionamiento y gulags, así como llamar "camarradas" a todos. Claro, sólo lo comentaron, porque ya sabemos que todos los correligionarios de OLMO son totalmente acríticos y, haga lo que haga, lo justifican con "él sabe lo que hace", o si acaso, hacen una "crítica" muuuuy, pero muy tibia, alejada de esas rasgaduras de vestiduras que tenían contra regímenes anteriores.
Pues bien, en su vespertina de hoy, MALO, con un acento un tanto raro, anunció que desde ahora los planes de su gobierno serán "quinquenales", que invitará a comer a Nikita Krushev, y que está trabajando en una propuesta económica para sacar al país adelante, y que sean los capitalistas los que nos envidien y nos rueguen que comerciemos con ellos.
La Pendestroika, como ha llamado a su propuesta económica, no se basa en números ni en esas cosas malvadas de estadistas y gente perversa que sólo se fija en lo material, se basa en la buena voluntad, en la fe y en los abrazos, y vivir vida de ángeles (encuerados y sin comer) y en tener fe y ejperanja que todo va a estar bien, pues "lo que importa es la actitud". Anunció esto mientras, en otras partes del país, comenzaron a construirse Gulags para "reeducación", y, de acuerdo a testigos, en las faldas del Nevado de Toluca comenzó a construirse un complejo llamado "Nueva Siberia".
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