Bien dicen los expertos que la historia es cíclica: no recordamos si fue Einstein o El Changoleón quien lo dijo, pero el caso es que alguien lo dijo.
Nuestro equipo de investigaciones bananeras ha descubierto una tendencia muy curiosa últimamente, la cual no podemos explicar sin un contexto previo:
Hace algunos ayeres, durante la campaña de Peña Nieto Enrique, PENE, por sus siglas, se dio algo de parte de los chairos y todo aquel que no estuviera de acuerdo en que Lord Peña Bebé llegara a la presidencia: criticar a todos los que lo seguían, en especial, a las viejas que le gritaban que estaba bien guapo y casi que querían que les hiciera un chamaco. Todos recordamos a las chairas en aquel momento, gritando y arguyendo: ¡Pero la guapura vale madres!, ¿de qué sirve un wey guapo si no sabe gobernar? ¡Piensen, infórmense, lean! (aunque no decían qué leer, característico de los chairos)
El caso es que ahora, chorromil años después, esas mismas chairas han sido sorprendidas sabroseándose a López Gatell, el subsecre de Salud Saludable, gritándole piropos y nombres morbosos que harían sonrojar al más ñero de los albañiles.
Se les ha visto en redes sociales explicando cómo se lo comerían, que está re guapo y que nos va a salvar del COVID tan sólo con su "querida presencia" como el Che Huevara. También se les ha visto hacer dibujos en versión anime e incluso dibujos y fanfics Yaoi de lo más cochinon, con el funcionario como protagonista.
Nuestros expertos en crochet y tru tru han llegado a la conclusión de que, al final de cuentas, la humanidad está tan pinche, que no importan los hechos ni los dichos, sino quién los diga o los haga, aunque el hecho sea el mismo.
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