Tras el reciente exitazo de la encuesta por si se hacía o no Santa Lucía (porque al final esa era la cuestión: ¿Santa Lucía o no Santa Lucía? el caso era construirlo), el gobierno entrante decidió replicar el modelo para hacer las decisiones más democráticas, esto para decidir incluso si las quesadillas llevan o no llevan queso.
Ahora, MOLA ha dicho que se llevarán a consulta futuros proyectos tales como el Tren Maya, si los chilangos son los que nacen en la CDMX o si son los que llegan a la CDMX a vivir, y la pregunta más polémica de todas: Tangananica o Tangananá.
Los ciudadanos podrán votar por una de las dos opciones, extremistas por cierto, y que en la tierra donde se originó la polémica, Titirilquén, ha causado miles de muertes por una cruenta guerra que no termina, pues ambos bandos están de necios e ignoran intencionalmente cualquier punto medio o matiz.
A pesar de que AMOL dijo que la consulta estará blindada y será confiable, los opositores y críticos del viejito chulo afirman que la consulta está diseñada para que sólo tengan facilidad de acceso a ella quienes opinan que Tangananá, puesto que no habrá casillas en las zonas del país donde se sabe que Tangananica sería la más votada, y tampoco considerará puntos medios u otras opiniones, sólo habrá de dos sopas, o como dicen los malvados que critican todo lo que hace el Cabecita de Algodón (Pero no aclaran cual de las dos cabezas), "una falsa dicotomía para limitar las opciones al momento de decidir".
Si gana Tangananá, quizás sea algo tan sorpresivo como que un Brayan viva en Iztapalapa
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