El presidente Peña recibió a la activista Malala en Los pinos, y como es costumbre y educación, le preguntó cómo estaba, cómo se sentía en México y cómo había estado su viaje.
Al preguntarle cómo fue el trayecto, el presidente se vio claramente atento y preocupado por la comodidad de la joven, inquiriendo de la siguiente manera:
"Qué padre que ya estés acá con nosotros, ¿cómo estuvo el viaje, te veniste en ADO? ¿Como cuantas horas hace el autobús de Arabia para acá? son como 6 horas, ¿no?"
La joven laureada con el Nobel de la paz se quedó con cara de incertidumbre, pero hizo cara como de estar interesada en lo que el presidente le decía, y él continuó tratando de "romper el hielo".
"Oye, ¿y qué películas pasaron en el autobús? la otra vez que viajé pasaron la de Marley, el perrote ese bien bonito, ¿te dieron lunch? a mí la otra vez que viajé sí, una agüita y un cuernito con jamón, pero me hicieron daño."
Malala continuó poniendo cara de "aaaah...ok...", mientras Peña trataba de seguir entablando una plática con la joven luchadora social.
"Es que fíjate que quiero ir allá a Arabia en mis próximas vacaciones y conocer al genio de Aladdin y viajar en alfombra mágica, pero la otra vez que fui a la TAPO, ví que salen autobuses para Puebla, Oaxaca y Amecameca, pero para Arabia no, ¿por qué línea te fuiste entonces?, oye, ¿esa mascada te la regaló tu abuelita?"
Llegó un momento en que la joven se excusó para ir al baño, y Peña se quedó esperándola. Lo que se le escapó al mandatario fue que todas las preguntas se las hizo en español, idioma que Malala apenas está aprendiendo, razón por la cual se quedaba con cara de "what?"
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