Fuentes cercanas al CENEVAL revelaron que este año la política de asignación de lugares será diferente: no habrá rechazados y todos se quedarán en alguna de sus primeras opciones.
Aunque se aplicará el examen de admisión a nivel medio superior, tan solo se tratará de una prueba diagnóstica que permita conocer el nivel académico de los futuros alumnos. Se afirmó que a partir de este año no habrá rechazados, pues "es mentira que las instituciones no cuenten con suficientes lugares para recibir a todos, además, la educación es un derecho y la sobrepoblación no tiene nada qué ver".
Todos los aspirantes serán aceptados en alguna de sus primeras opciones sin importar que solamente hayan tenido tres o 10 aciertos en su examen, pues no se puede negar una preparación adecuada a nadie, y todos tienen garantizado un lugar en alguna institución educativa de nivel medio superior.
"Las escuelas pueden hacer más pequeños sus pasillos entre pupitres y sillas con paleta, no veo que haya tanto problema en que los alumnos pasen de ladito. El crecimiento poblacional y el dinero que se embolsan ciertas autoridades no es pretexto, tampoco, para no poder construir más aulas en las escuelas ya existentes, hay muchos terrenos libres todavía en la CDMX", aseguró Severino Cifuentes, experto en el tema y padre de 3 adolescentes que han sido rechazados 6 veces cada uno por su bajo desempeño. También apuntó que no tiene nada qué ver la calidad de la educación con el hecho de que los profesores tengan qué atender a 80 alumnos en vez de 30. "Querer es poder", concluyó.
De igual manera, se apuntó que desde ahora tampoco habrá reprobados desde nivel básico hasta nivel medio superior, independientemente del desempeño académico que tengan, y que en un futuro es posible que todos los ciudadanos mexicanos tengan, por derecho constitucional, un título universitario asegurado que no esté ligado a demostrar tener conocimiento en una disciplina en particular.
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