El día de hoy la CONAPRED recibió una queja por parte de
Bonifacio Delgadillo, quien ha fungido como maestro de Educación Física desde
hace 10 años en la primaria "Mártires del Fobaproa".
La razón: el profesor fue despedido por las autoridades de
la escuela al considerar que su imagen no va con la de un maestro de Educación
Física de verdad.
Todos los días, antes de ir a trabajar, Bonifacio se somete
a una estricta rutina de ejercicios, que acompaña con una dieta muy bien
balanceada, y en las clases, él es quien les pone el ejemplo a los niños,
haciendo primero los ejercicios para que los alumnos aprendan y lo imiten. El
ex-maestro indicó en su queja que lo discriminan "por estar en
forma".
"Véanme, no tengo panza, soy musculoso, atlético, y
puedo hacer cualquier ejercicio que me pidan. Soy coherente con mi
profesión", dijo Bonifacio a los medios que lo entrevistaron, indicando
que sus colegas y conocidos de otras escuelas, que imparten la misma materia
están panzones, han tenido infartos y se la pasan sentados durante la clase,
tan sólo dando órdenes a los niños.
La imagen que piden como requisito para obtener el puesto en las escuelas públicas
En entrevista, el director de la escuela en la que laboraba
Bonifacio, respondió: "A ver, díganme, ¿cuándo han visto a un profesor de
educación física decente que esté todo mamado como un Hércules? No señor, aquí
queremos profesores de los de a deveras, que les digan a los chamacos qué hacer
mientras están sentados, soñando que pudieron haber jugado en la selección,
pero que no pudieron porque cuando eran chavos se lastimaron la rodilla".
Se les preguntó a los niños si iban a extrañar a su
profesor, y Jaimito Godínez, el gordito de la clase (igual de gordito que el
resto de sus compañeros) dijo "nel, está más chido al que pusieron de
sustituto. Se sienta y nos dice que vayamos a jugar fútbol hasta que toquen el
timbre. Con el Bonifacio nomás hacíamos ejercicio, nos trataba muy mal porque
quería que estuviéramos moviéndonos toda la clase y pos yo y mis amigos nos
quejamos con nuestros papases para que lo corrieran, porque dice mi mamá que si
seguía así la situación, nos íbamos a traumar".