Triste noticia que sorprendió el día de hoy a muchos mexicanos fue sin duda la muerte de Ricardo González Gutiérrez, nombre verdadero del querido e inolvidable Cepillín, el "Payasito de la tele" a causa de complicaciones derivadas de una hospitalización. El creador de "La feria de Cepillín" y "La fiebre de Cepillín" ya se llevó tara tara su guitarra, y otros instrumentos, al más allá para entretener a Papá Dios, causando la envidia de Leito Que Paique, payaso aleluyo que no le llega ni a los talones.
Pero no significa que su esencia, o su influencia, vayan a desaparecer de este mundo, para nada. Resulta que hizo un testamento extra antes de morir mientras se encontraba en el hospital, en el cual heredaba su título de "Payasito de la tele" a famoso político mexicano que, si ya leíste el título, adivinaste de quién se trata: ELMO.
Así es, el viejito chulo, infalible, y mesías de Macuspana, heredó el legado dejado por el payasito regiomontano que originalmente fue dentista, y esto es un honor ganado a pulso gracias a sus cuchufletas y dicharachos sobre todo durante la mañanera, así como su gran actuación como imitador de La Chimoltrufia, pues como dice una cosa dice otra.
MALO recibió el título nobiliario prometiendo meter aún más la pata para seguir entreteniendo al pueblo mexicano junto con su coro de fans que hacen graciosas maromas y le aplauden como foquitas sin cuestionarlo siquiera. Eso sí, dijo que no se iba a maquillar pues "no lo tomarían en jerio".
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