No es novedad que MALO, el viejito chulo que ya la tiene bien cromada por tanta maroma chaira, se preocupe por el medio ambiente, a tal punto que prescinde de tecnologías malvadas y contaminantes tales como computadoras malévolas y burguesas en algunas secretarías, pues "los grandes próceres no tenían computadoras" (No importa que no existieran). Y esto ya se ha extrapolado a otros niveles que sus más fieles seguidores apoyan y alaban sin cuestionar, pues eso, por supuesto, está fuera de lugar.
Esto se ha hecho patente en su más reciente decisión, ahora que el otro viejito infalible, Hoot Kloot, digo, Espriu, renunció (sí, aquel viejito que mamaba y mamaba con que no al aeropuerto en Texcoco), pues AMLO ha decidido tomar las riendas en cuanto a la cancelación de transportes malvados hechos por administraciones anteriores, y ya dijo que dijo: se va a recuperar el entorno natural destruído por el malote Tren México-Toluca. La solución: inundar todo el recorrido. La razón: es importante recuperar el coral blanco que crecía en la zona.
En conferencia de prensa, afirmó que es bien fácil y no tiene ciencia, nomás es cuestión de abrir la llave del Río Lerma y ya, poco a poco se va a ir llenando, permitiendo que las ballenas verdes, las foquitas bebés y el coral blanco regresen, y de paso, se quitan ciudades tan irrelevantes como Metepec y por supuesto, Toluca.
Esta decisión fue seguida por vítores y hurras de los más fieles seguidores que tiene, quienes se pusieron a aumentar el nivel de dificultad de sus maromas para justificar y quizás, quizás, tibiamente "criticar, pero poquito, y amablemente, y eso para que no digan que somos acríticos", a ELMO.
Se espera que pronto el infalible tome otras decisiones drásticas pero necesarias, tales como quitar todas las antenas de telecomunicaciones y volver a un sistema de tamemes como se hacía en la época prehispánica, todo sea por el progreso.
