Las consultas ciudadanas, y la "voluntad del pueblo", son lo "in", y es por eso que AMLO ha prometido que toda decisión que se tome, será por parte del "pueblo" (aunque no sea un pueblo informado ni culto). Y es por esto, también, que ha prometido acabar con una polémica milenaria: la de las quesadillas con queso.
Mucho escozor causa el hecho de que en la CDMX, las quesadillas puedan ir sin queso, mientras que los cuates de Provincia, sea de lo que sea la quesadilla, siempre le ponen queso, "pues el nombre lo dice". Pues bien, nuestro viejito chulo e infalible ha decidido traer la paz poniendo a consulta dicho tema y que sea el pueblo quien de una vez por todas determine que las quesadillas llevan o no queso, y que así sea ya, por ley y por los siglos de los siglos, amén.
En cuanto se supo la noticia, en redes sociales ya ha explotado la bomba, pues ha pasado de ser polémica de léxico y de lógica a insultos, y lo que es peor, esta acción destinada a traer una república amorosa, ahora se ha tornado en guerra civil, pues en los puestos de quecas, gorditas y sopecitos, ya se han armado los madrazos pues unos quieren obligar a los otros a votar por su ideología quesadillesca particular.
Bien, ELMO, bien, cada vez nos acercamos más a un México de "abrazos, no balazos", pero en este caso, es el abrazo del oso, para asfixiar a los otros.
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