miércoles, 31 de julio de 2019

"La gente pone pretextos para no entrar a la lucha social": Chairo privilegiado

Nahuel Bolívar Canclini es como cualquier otro de sus pares: se preocupa por el medio ambiente, viste a la última moda de Woodstock o de la FFyL, siempre se lo ve en la lucha social tratando de generar conciencia, odia al capitalismo y está súper comprometido con cualquier causa de moda, aunque luego la deje por otra "más importante" que acaba de salir, nunca enterándose si la causa que dejó se resolvió o no.



Recientemente, una de sus publicaciones denotó lo airado que estaba, pues se puso a despotricar en contra de amigos, conocidos y familiares que no se unen a él en "la lucha", que no dejan sus trabajos o sus obligaciones contraídas a lo largo de su vida ni andan en las marchas o movimientos que él frecuenta casi diariamente; su conclusión: "la banda pone puros pretextos para no entrarle a la lucha, malditos pequeñoburgueses "de mierda" " (interjección que les mama a los chairos fresones, en vez de decir "culero", por ejemplo, como la gente que es pueblo-pueblo).

Su sesuda investigación echó a la luz que la gente que no se une a la lucha ni anda en el activismo siempre, como él, es porque pone alguno de los siguientes pretextos:

-Tengo qué pagar renta

-Tengo qué atender a mis hijos

-Si no trabajo, no trago

-Estoy muy cansado, y tengo qué atender mi casa, ¿qué voy a andar en marchas y esas cosas?

-Yo sí tengo qué hacer

-Eso es para los huevones a los que mantiene el gobierno o sus papás

Esto último fue lo que al pobre Nahuel le caló más, pues asegura que él anda en la lucha y siempre anda viajando y no trabaja en algo "normal" porque se decidió a no hacer concesiones al capitalismo salvaje, y que no tiene nada qué ver el hecho de que sus papás, dos humildes trabajadores del estado que ganan más de 50,000 al mes y que le han transmitido su ideología, le den "una ayudadita" de vez en cuando, así como una pequeña placita de aviador en famosa dependencia gubernamental.

"La cosa es que se decidan, dejen todo y se unan a la lucha; pero ponen puros pretextos. Yo creo que no han visto de cerca el sufrimiento de mi pueblo, pinches aporofóbicos "de mierda" (vuelta la burra al trigo)", declaró el joven que durante toda su vida estudió en colegios privados, sólo pasó hambres voluntariamente por culpa de las pedas o andar avionado, ya hizo más de dos intercambios en el extranjero (porque se lo propuso, no porque le hubieran "echado la mano"), pero que no, para nada es privilegiado pues no lo ven con yates o accesorios de oro en su vestimenta, y que no supo que existían pobres sino hasta bien entrada su vida de joven adulto.

Desde este medio enviamos una felicitación a este comprometido joven que padece el síndrome de Gautama, es decir, lo hacen llorar los pobres ya hasta que sale por primera vez al mundo en su temprana vida adulta, mientras que antes estuvo entre privilegios...pero no es privilegiado, con ascendencia italoespañola bien perteneciente a su raza de bronce.

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